domingo, 18 de noviembre de 2012

FÉLIX LÓPEZ JIMÉNEZ, PROMOCIÓN 1956

Féliz López Jiménez, coronel retirado de la Policía Nacional del Perú, pertenece a la Promoción Curro Cid Carrasco Sarango, joven estudiante sanmiguelino que murió ahogado en las aguas del río Chira, cuando cursaba el cuarto año de secundaria en la entonces Gran Unidad Escolar San Miguel.
Nació en el distrito de Santo Domingo, provincia de Morropón y estudió su primaria en una escuela de su ciudad natal. El primer año de secundaria lo hzio en Lima, pero la prosiguió en el centenerio colegio, al que llegó en 1953, año en que se inauguró el nuevo local de la GUE SM, en el barrio Buenos Aires.
Él recuerda con cariño, entre otros, a sus condiscípulos Guillermo Gulmán Checa y Ciro Pauta Salas, así como al malogradoCurro Cid Carrasco Sarango, uno de los mejores alumnos de este entonces.
Félix López Jiménez fue hijo de Alfonso Almanzor López Patiño y de doña Lindaura Jiménez Coello de López. quienes también procrearon a Gernán, Micaela, Clara, Heraclio, Julia y Enrique. Vive en Lima, en compañía de su esposa Carmen Flores Ramos, natural de Otuzco, La Libertad y es padre de Ana María (abogada+), Antonia Constansa (psicologa), Rosario de Pilar que radica en Paraguay y Manuel Agustín, camárografo de Panamericana Televisión.
Los sanmiguelinos de todos los tiempos pueden escribirle al email felixlopez35@hotmail.com

martes, 15 de mayo de 2012

LAS IDEAS DE LA HISTORIA DE NÉSTOR MARTOS GARRIDO Y PEDRO TALLEDO

Por ISMAEL SAAVEDRA VALDIVIEZO
Profesor principal  Fac. C. Físicas UNMSM 2012
Néstor Samuel Martos Garrido

Néstor Martos y Pedro Talledo fueron los profesores de historia universal e historia del Perú respectivamente, en la Gran Unidad Escolar San Miguel. Sus clases impactaron en la mente de los compañeros ingresantes a la educación secundaria cómun.
Yo venía de la Escuela 26 dirigida por don Enrique Chumacero, en el horario de la tarde. Llegaba de primaria a la secundaria con agradables recuerdos de los buenos maestros Diego Purizaga, Alejandro Saavedra, Alejandrina Moscol y Rosa Seminario.
Las clases de los profesores Martos y Talledo, me pareció, eran la continuación de las mejores explicaciones de las ideas de la historia que recibí en primaria del maestro Alejandro Saavedra, quien nos motivaba con temas sobre el pasado histórico del Perú, induciéndonos a recortar las ilustraciones preincaicas que publicaba el diario El Comercio.
Siempre cuento a mis amigos, la clase de Néstor Marcos sobre el origen de Ismael, hijo de Abraham concebido con la esclava Agar, siendo su esposa la infértil Sara. El  profesor Martos hacía un epílogo muy gracioso cuando Abraham, Sara y Agar tomaron decisiones, luego que Sara dejó de ser infértil y concibió a Isaac. Debido a la influencia de sus descripciones de la historia universal, esperábamos la hora del recreo para ir a la biblioteca, correr a los ficheros para encontrar más detalles, por ejemplo, de los espartanos y los atenienses.
Una de las cosas que puntualizaba en historia del Perú don Pedro Talledo era lo referente a los orígenes del hombre americano y peruano, gracias a las conocidas teorías de Alex Hrdicka, Paul Rivet, Florentino Ameghino y Julio C.Tello. El profesor Talledo, conocido por los estudiantes por el apodo de "Mariangola", pronunciaba con especial enfásis los nombres de estos autores, además de esxploicar con claridad meridiana todo lo relacionado con la aparición del ser en nuestro continente.
El comportamiento de los compañeros sanmiguelinos del primer año B en las clases de Martos y Talledo, era excepcional.. Las voces de estos docentes repicaban en el aula, pues tenían una acústica superior a la existente en la “Concha acústica” del  “parque infantil”, gruta de Lourdes.

Raúl Moscol León con los profesores sanmiguelinos Pedro Nolasco
 Talledo Lavalle, Rufino Vegas Ancajima y Orlando Sosaya Pastor.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

EFEMÉRIDES SANMIGUELINA

Por: Dr. Martín Nizama Valladolid*
Alma Mater de la piuranidad, el histórico Colegio Nacional San Miguel, cumple el próximo 29 de setiembre 175 años de gloriosa tradición al servicio de la educación piurana, regional y nacional. Con justicia se afirma que “San Miguel es Piura y Piura es San Miguel”, para señalar la profunda consubstanciación entre el viejo claustro y la piuranidad, una de cuyas vertientes más prístinas y sensibles es precisamente el inagotable manantial sanmiguelino, que durante 175 años ha sabido cumplir con la alta misión de forjar espíritus fuertes, emprendedores y triunfadores. Con su proverbial estela, el viejo claustro ha calado en lo más hondo del espíritu piurano: radiante, coloquial, amical y generoso. La comunidad sanmiguelina es eso, antorcha deslumbrante de piuranidad. Vibrantes expresiones populares sentencian con orgullo esta tradición: "en cada hogar piurano, late un corazón sanmiguelino” y “donde hay un piurano, late un corazón sanmiguelino”. Estas son las raíces espirituales de la vasta familia sanmiguelina, de ayer, hoy y de los tiempos venideros.
Cerca de la Plaza Merino se
 ubicó, en sus inicios, el Colegio
 San Miguel. (Foto: Arturo Davies)
Durante su egregia historia, de sus aulas egresaron miles de jóvenes que cual bandadas de palomas se esparcieron por el mundo en busca de nuevas fronteras, tras haber internalizado por el resto de sus vidas, el lema del himno sanmiguelino: trabajar, estudiar y triunfar. Por ello, la sanmiguelinidad vibra en el suelo patrio y allende los mares con el fulgor de la impronta del amado y leal San Miguel, que sella en sus egresados sapiencia, piuranidad y el bello himno a la juventud sanmiguelina. Amén de las vivencias propias de cada estudiante e inherentes a cada promoción; así, generación tras generación. De esta manera, se gesta la mística sanmiguelina; sea en las aulas, en el quehacer cotidiano entre condiscípulos, en las competencias académicas y deportivas, conociendo la historia del claustro, aprendiendo las enseñanzas de los docentes, emulando a los paradigmas y construyendo el rumbo hacia la conquista del sueño triunfador, elaboración imaginaria de la visión de futuro.
Los orígenes del ilustre colegio se remontan hasta las postrimerías de la época colonial, cuando en 1784 el obispo de Trujillo, Monseñor Baltazar Martínez de Compañón se reunió con los vecinos de la ciudad y formaron el Convento del Carmen, al lado del cual se instaló una capilla que les fue donada y que posteriormente se convirtió en la Iglesia del Carmen, ubicada en lo que hoy es la Plazuela Merino. Luego, en mayo de 1827, el general Santa Cruz, presidente de la junta de gobierno, decretó la creación oficial del Colegio de Ciencias de Nuestra Señora del Carmen. Ulteriormente, el 20 de setiembre de 1829 se ratificó mediante otro decreto la fundación del Colegio Nacional San Miguel. Rubricó este dispositivo el Presidente de la República, José de La Mar. Sólo dos años después, el 17 de diciembre de 1831, fue publicado dicho decreto fundacional, designándose como primer Director a José de Lama. Sin embargo, como consecuencia de la inestabilidad de la naciente República, el colegio comenzó a funcionar recién el 30 de agosto de 1835. Muy poco tiempo después el colegio fue clausurado durante 10 años y reabierto en 1846. En adelante funcionó normalmente hasta 1879 en que las tropas chilenas invadieron el local y lo destruyeron al igual que sus archivos. Los sanmiguelinos de entonces se enrolaron en el ejército para combatir al invasor. Finalizada la infausta guerra, el colegio reabrió sus puertas y volvió a funcionar normalmente hasta que en 1912 un terremoto destruyó su planta física. Por esta causa, el colegio comenzó una etapa itinerante. Se trasladó primero a la antigua Tacalá, luego a una casona piurana en la calle Tacna. Una vez refaccionado el local primigenio, el colegio volvió a funcionar en dicho lugar, donde permaneció hasta 1952, año en que se trasladó a su nuevo local en el barrio Buenos Aires, con el nombre de Gran Unidad Escolar San Miguel, donde hasta hora alberga a la juventud piurana en un edificio actualmente vetusto, azotado por los años y con alto riesgo de sufrir un colapso catastrófico. Sin embargo, el viejo claustro recuperó su nombre histórico de Colegio Nacional San Miguel.
La plana docente de su etapa primigenia, todos eran educadores por vocación; ninguno fue docente con formación pedagógica. Sin embargo, fueron maestros por antonomasia, dotados de una mística y un eros pedagógico inagotable. Eran profesionales de la medicina, abogacía, ingeniería, farmacia, sacerdocio, intelectuales o políticos. Primaba su calidad humana, integridad personal y el compromiso con su misión docente. De ellos cabe mencionar a Ignacio Escudero, Francisco Vegas Seminario, Francisco Maticorena y Enrique del Carmen Ramos, entre otros.
José Estrada Morales y Juan Guillermo Zela, ex directores de San Miguel.
De la etapa de esplendor, se recuerda a grandes maestros, paradigmas del sacerdocio docente, unos de vocación y otros con título de profesor: Enrique López Albújar, Ricardo Lucio Espinoza, el regente Sixto A. Ramírez, Hildebrando Castro Pozo, Guillermo Gulman Lapouble, Francisco Pérez Rosas, Francisco Lizarzaburu, Ricardo Vegas García, R.P Jesús Santos García, Roberto Nolte Garcés, Ramón Abásolo Rázuri, Víctor Lema Pérez, Néstor S. Martos Garrido, Luis Marroquín Andía, Francisco Xandoval, Wilfredo Obando Vásquez, Carlos Robles Rázuri, José H. Estrada Morales y Juan Guillermo Zela Koort, entre otros. Entonces, el tradicional colegio poseía una institucionalidad fuerte: identidad, mística, vigencia plena del principio de autoridad, disciplina, clara definición de roles de sus estamentos docente, discente, administrativo y de mantenimiento; así como excelencia académica, cumplimiento cabal de su misión visión y una sólida imagen institucional. La juventud más dotada del norte del Perú soñaba con estudiar en sus aulas, para lo cual había que dar un riguroso examen de ingreso.
Del cuerpo docente de la época ulterior hasta la actualidad, cabe señalar que todos son docentes con título de profesor. Sin embargo, durante esta etapa, que comienza a mediados de la década del setenta, el Estado comenzó a abandonar progresivamente la educación pública, suprimiendo la asistencia económica mínima a los centros educativos, con grave deterioro de la calidad en la enseñanza y de la disciplina escolar. De modo que los colegios históricos entraron en un proceso de franca decadencia, hasta niveles de degradación de la educación, cuyas manifestaciones más deplorables son la aparición de bandas, pandillas y barras bravas, quiebra de la disciplina escolar, pérdida de la autoridad del cuerpo docentes, escalofriantes “guerras” entre pandillas de los colegios rivales, conducta delictiva e indicadores inequívocos de corrupción en los centros educativos estatales, con lo cual la educación pública cayó en el más penoso descrédito, hasta el punto de tocar fondo. Felizmente, en la actualidad este grave deterioro ha comenzado a ser revertido por el Estado, mediante la reconstrucción de la estructura física de los colegios emblemáticos, implementación e instrumentación de laboratorios y mejora de la plana docente.
En relación a los ex-alumnos, de las aulas sanmiguelinas han egresados jóvenes que luego se convirtieron en ciudadanos ilustres, triunfadores en el ámbito nacional e internacional. A continuación, mencionamos sólo algunos: Luis M. Sánchez Cerro y Juan Velasco Alvarado, ex-presidentes de la República, Luis A. Eguiguren, eminente jurisconsulto; Mario Vargas Llosa, escritor; Enrique López Albújar, Miguel Gutiérrez, Néstor S. Martos Garrido, Marco Martos Carrera, Francisco Vegas Seminario y Rómulo León Zaldívar, escritores; Miguel Maticorena, historiador y Guillermo Garrido Lecca Frías, quien fuera Ministro de Salud.
Entre los autores de historias y reminiscencias del glorioso claustro destacan, Miguel Maticorena Estrada, Néstor Martos Garrido, Jorge Moscol Urbina, Rodrigo Coronel Herrera, Arturo Seminario, Raúl Palacios Rodríguez, Juan Paz Velásquez y Manuel Adrianzén Rivas. Ellos han abordado el tema de la fundación del colegio, el aspecto itinerante del local institucional, las figuras epónimas y las reminiscencias de la vida sanmiguelina que les tocó vivir en las diferentes épocas en que fueron estudiantes. La historia completa del glorioso colegio, fuente inagotable de piuranidad, es una tarea pendiente; un vacío que reta a los historiadores egresados de sus aulas.

Mario Vargas LLosa
Un sanmiguelino por antonomasia, José H. Estrada Morales, en su obra, San Miguel, Miscelánea del Alma Piurana 1936-1940 (Cuadernos de Piuranidad), plasma una apología al himno de la juventud sanmiguelina, bella inspiración poética de Francisco Xandoval y musicalizado magistralmente por Wilfredo Obando. Este himno es una loa a la juventud estudiosa, que brota de los poemas homéricos, del diáfano amanecer piurano, de la fuerza espiritual de la juventud y de sus sueños de triunfo. Para un sanmiguelino, su himno es su bandera de triunfo.
El ilustre escritor arequipeño, Mario Vargas Llosa, inició su trayectoria de literato en su época de estudiante sanmiguelino, en 1952, año en el cual estrenó su primera obra de teatro, el drama, La Huida del Inca, que fue presentado con gran éxito en el Teatro Variedades, con motivo de la Semana de Piura. Luego, 1959, Vargas Llosa, publicó su primer cuento, Los Jefes en el cual relata una frustrada intención de huelga estudiantil contra el entonces director del San Miguel, Luis Marroquín Andía. Simbólicamente, Los Jefes constituye una expresión literaria de rebeldía contra la autoridad paterna. Los personajes de este cuento breve son todas autoridades, profesores, regentes y condiscípulos del colegio en 1952, año en que él cursó el quinto año de secundaria en el San Miguel. Más tarde, Vargas Llosa, en sus memorias, El Pez en el Agua (1993), relata con embeleso su paso por Piura. En este detallado testimonio de gratitud, Vargas Llosa manifiesta, “Si de los cincuenta y cinco que he vivido, me permitieran revivir un año, escogería el que pasé en Piura…..estudiando el quinto año de secundaria en el colegio San Miguel….Todas las cosas que me pasaron allí, entre abril y diciembre de 1952, me tuvieron en un estado de entusiasmo intelectual y vital que siempre he recordado con nostalgia. El colegio San Miguel de Piura estaba frente al Salesiano….Pero el San Miguel, debido a los esfuerzos del director- el doctor Marroquín, a quien di tantos dolores de cabeza-era un magnífico colegio…El doctor Marroquín había logrado que distinguidos profesionales de la ciudad fueran a dar clases-sobre todo a los alumnos de mi año, el último-y gracias a eso tuve la suerte, por ejemplo, de seguir un curso de economía política con el doctor Guillermo Gulman….Teníamos también un excelente profesor de Historia, Néstor Martos, que escribía a diario en El Tiempo una columna titulada Voto en contra, sobre temas locales. El profesor Martos, de figura desbaratada, bohemio impenitente, que parecía llegar a clases, a veces, directamente de laguna cantinilla donde había pasado la noche entera tomando chicha, despeinado, barbicrecido, y con una bufanda cubriéndole media cara-¡una bufanda en la tórrida Piura!-, en la clase se transformaba en un expositor apolíneo, un pintor de frescos de los períodos preincaica e incaico de la historia americana. Yo lo escuchaba embelesado y me sentí un pavo real una mañana, en aquella clase en la que, sin mencionarme, se dedicó a enumerar todos los argumentos por los que ningún peruano de casta podía ser un “hispanista” ni elogiar a España (que era lo que había hecho yo, ese día, en mi columna de La Industria, con motivo de la visita a Piura del Embajador de ese país). Uno de sus argumentos era: ¿se dignó algún monarca, en los trescientos años de colonia, visitar las posesiones americanas del imperio español?....El profesor de literatura resultó algo desangelado…pero una buenísima persona: Carlos Robles Rázuri. El Ciego Robles, cuando descubrió mi vocación, me tomó mucho aprecio y solía prestarme libros….A la segunda o tercera semana de clases, en un gesto de audacia, le confié al profesor Robles mi obrita de teatro. La leyó y me propuso algo que me causó palpitaciones. El colegio ofrecía uno de los actos con que se celebraba la semana de Piura, en Julio. ¿Por qué no sugeríamos al director que el San Miguel presentara ese año La Huida del Inca? El doctor Marroquín aprobó el proyecto y, sin más, quedé encargado de dirigir el montaje, para entrenar la obra el 17 de julio, en el Teatro Variedades. Vaya exultación con la que corrí a la casa a contárselo al tío Lucho: ¡Íbamos a montar La Huida del Inca! ¡Y en el Teatro Variedades, nada menos! Aunque solo fuera por haberme permitido ver, en un escenario, viviendo con la ficticia vida del teatro, algo inventado por mí, mi deuda con Piura sería impagable. Peo le debo otras cosas. Los buenos amigos, algunos de los cuales me duran hasta ahora….Yolanda Vilela, fue una de las tres “vestales” de la Huida del Inca, según el descolorido programa del espectáculo que llevo en la cartera, como amuleto, desde entonces”.
Vargas Llosa, en El Pez en el Agua, continúa el vívido relato de sus vivencias sanmiguelinas. “Ya avanzado el semestre, un buen día el doctor Marroquín nos comunicó a los de quinto año que, esta vez, los exámenes finales no se tomarían de acuerdo a un horario preestablecido, sino de improviso. La razón de esta medida experimental era poder evaluar con mayor exactitud los conocimientos del alumno. Esos exámenes anunciados, para los que los estudiantes se preparaban memorizando la noche anterior el curso en cuestión, daban una idea inexacta de lo que habían asimilado. Cundió el pánico en la clase. Eso de que uno se preparara en química y fuera al colegio y le tomaran geometría o lógica, nos puso los pelos de punta. Empezamos a imaginar una catarata de cursos aplazados. ¡Y en el último año de colegio! Con Javier Silva-Ruete-alborotamos a los compañeros para rebelarnos contra el experimento (mucho después supe que aquel proyecto había sido la tesis de grado del doctor Marroquín). Celebramos reuniones y una asamblea en la que se nombró una comisión, presidida por mí, para hablar con el director. Nos recibió en su despacho y me escuchó educadamente pedirle que pusiera horarios. Pero nos dijo que la decisión era irrevocable. Entonces, planeamos una huelga. No iríamos a clases, hasta que se levantara la medida. Hubo noches sobreexcitadas discutiendo con Javier y otros compañeros los detalles de la operación. La mañana cordada, a la hora de clases, nos replegamos al malecón Eguiguren. Pero allí, algunos muchachos, asustados-en esa época una huelga escolar era insólita-comenzaron a murmurar que podrían expulsarnos. La discusión se envenenó y un grupo, por fin, rompió la huelga. Desmoralizados con la deserción, los demás acordamos regresar para las clases de la tarde. Al entrar al colegio, el jefe de inspectores me llevó a la oficina del director. Al doctor Marroquín le temblaba la voz mientras me decía que, como responsable de lo ocurrido, yo merecía que me expulsara ipso facto del San Miguel. Pero que, para no estropearme el futuro, sólo me suspendería siete días. Y que dijera al “ingeniero Llosa”…que fuera a hablar con él….Mi expulsión temporal provocó un pequeño revuelo y hasta el prefecto cayó por la casa a ofrecerse como intermediario para que el director levantara la medida. No recuerdo si la cortó o me pasé la semana expulsado, pero, cumplido el castigo, me sentí el protagonista de La noche quedó atrás, luego de sobrevivir a las cárceles nazis”.
Y continúa Vargas Llosa. “Cito el episodio de la frustrada huelga porque sería tema del primer cuento mío publicado (“Los jefes”), y por que en él se vislumbran los primeros brotes de una inquietud. No creo haber pensado mucho en política antes de ese año piurano….En ese año piurano la política entró en mi vida al galope y con el idealismo y la confusión con que suele irrumpir en un joven”….“Llegué a los exámenes de fin de año con cierta zozobra, por aquella huelga, pensando que tal vez el colegio tomaría represalias. Pero aprobé todos los exámenes. Las dos últimas semanas fueron frenéticas. Pasábamos las noches en vela, revisando los apuntes y notas del año, con Javier Silva, los Artadi, los mellizos Temple, y, a menudo con tanta irresponsabilidad como ignorancia, tomábamos anfetaminas para mantenernos despiertos. Se vendían en la farmacia sin necesidad de receta médica y nadie, alrededor, tenía conciencia de que se trataba de una droga. La artificial lucidez y excitación nerviosa a mí me tenían, al día siguiente, en un estado de debilidad y depresión”.
En estos sentidos párrafos de gratitud, vertidos en su obra El Pez en el Agua, el gran escritor Mario Vargas Llosa, evidencia su sanmiguelinidad profunda, demostrando en los hechos lo que todo sanmiguelino debe hacer, glorificar a su Alma Máter, según lo clama la última estrofa del sacro himno: “Serán tuyos los triunfos de entonces, será tuya la dulce embriaguez, será tuya la llave de oro ¡San Miguel! ¡San Miguel! ¡San Miguel!
Respecto a la competitividad académica, deportiva y artística, el San Miguel siempre paseó su prosapia por los diferentes escenarios en los cuales le tocó actuar, tanto en el ámbito local como nacional. Así, ha tenido campeones nacionales del saber y de matemáticas; así como títulos en fútbol, básquetbol, tiro, bala, etc. El San Miguel ha participado exitosamente en eventos nacionales de colegios centenarios. Su nombre se menciona con el máximo respeto entre sus pares del país, sea el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe, el San José de Chiclayo, el San Juan de Trujillo, la Santa Isabel de Huancayo o el San Ramón de Cajamarca. En los desfiles premilitares, la juventud sanmiguelina con su insuperable marcialidad siempre despertó la emoción, algarabía y aplausos del público plenamente identificado con su Alma Mater educativa.
Juvencio Villegas en el 2006
La sanmiguelinidad es un sentimiento profundo de amor al viejo claustro, identidad con su historia, mística institucional, gratitud y reconocimiento a los maestros paradigmáticos, apego a sus valores y a su gloriosa tradición, orgullo de haber pasado por sus señeras aulas, compromiso de acrecentar su imagen institucional, fraternidad entre condiscípulos y egresados, remembranzas juveniles de los egresados y la huella indeleble que nos marca de por vida, la condición de ser sanmiguelino con acariciados sueños de retornar a sus entrañables aulas para beber de sus fuentes de agua clarísima.
Un hecho que marcó de modo indeleble la historia del colegio fue la huelga sanmiguelina de 1964. Una gesta de la generación sanmiguelina del segundo lustro de esa década, en la cual los estudiantes de todo el colegio se rebelaron contra los abusos de un Instructor Pre-Militar, Juvencio Villegas Chávez, cuyo autoritarismo extremo no fue controlado oportunamente por los jerarcas sanmiguelinos de la época. A los estudiantes no les quedó otra alternativa que tomar sorpresivamente el colegio el 15 de junio durante tres días, luego de los cuales se logró la expulsión del militar, el médico escolar y una serie de beneficios que llenó de satisfacción al estudiantado que apoyó masivamente dicha gesta juvenil. Quedó claro el deslinde entre la autoestima de los sanmiguelinos y la irracionalidad del autoritarismo que se pretendió imponer a estudiantes civiles en nombre de la disciplina. El triunfo de aquella protesta estudiantil llenó de orgullo al estudiantado de entonces y sirvió para que una vez más la colectividad piurana se identificara con su Alma Mater, apoyando a los estudiantes con alimentos y pertrechos.
Catorce millones de soles cuesta la remodelación del viejo San Miguel
En la actualidad, el colegio es mixto, su Director es el Prof. Valentín Querevalú Arévalo, alberga un total de 3, 200 alumnos y la Unidad de Gestión Educativa Local, UGEL Piura, ente orgánico del Ministerio de Educación, ha designado oficialmente a San Miguel como Colegio Emblemático. Para el efecto, el gobierno central ha asignado una partida de S/. 14’ 300, 000 nuevos soles para la refacción integral de su infraestructura e implementación de auditorio, teatro y otros requerimientos básicos de la educación moderna, propia de la sociedad del conocimiento en el contexto de la sociedad global. Así, los sanmiguelinos volverán a tener un escenario digno.
Finalmente, la estela del San Miguel en Piura es magna e indeleble. El Alma Máter, es sinónimo de historia, tradición, cultura, conocimiento, formación humanista, nido juvenil, piuranidad y de resiliencia: capacidad de resistir la adversidad y vencerla. Como Anteo, San Miguel renace cada vez que las vicisitudes lo abaten u opacan, y continúa su aureola por los siglos que testimonian su grandeza al servicio de la juventud piurana y peruana. ¡Gloria al San Miguel de Piura!
Lima, 6 de setiembre del 2010

sábado, 30 de octubre de 2010

SAN MIGUEL: 175 AÑOS

La edición No. 22 de ABC está dedicada al Colegio Nacional San Miguel de Piura, que acaba de cumplir 175 años. De sus aulas egresó el flamante Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, así como una pléyade de jóvenes, hoy ciudadanos al servicio de la Patria, como Guillermo Barreto Franco, Pedro Pablo Velásquez, Javier Celi Vegas, Juan Paz, Pedro Talledo Lavalle, Leonidas Ordinola, Teódulo Correa, Miguel Guevara Trelles, Carlos Cruz Michilot, ...


En la página 03 se informa sobre la construcción del nuevo San Miguel, obra hecha realidad gracias al empuje del congresista Miguel Guevara Trelles y a la terquedad de la profesora Carmen Sánchez Tejada, directora de la UGEL de Piura. También el director de ABC exhorta al director Valentín Querevalú para que de cuenta de los enseres que convertidos en "chatarra" desaparecieron de los almacenes del colegio, según denuncia pública del profesor Emeterio Zeta Carrera, secretario general del SUTEP, turno tarde, del centenario plantel. (b/n)
El historiador Juan Paz, remiténdose a viejos documentos, deja entrever en la página 04 que San Miguel tendría más de 200 años y no 175. También el mismo autor, en la hoja siguiente, cuenta el por qué los sanmiguelinos de 1932 se rebelaron contra el director del Colegio y narra algunos pasajes de La Huelga de Nizama, en 1964, obra escrita por Raúl F. Moscol León, RAFEMOLE. (b/n)


Mario Vargas Llosa se inició como periodista en el diario La Crónica, ya desaparecido. Trabajó en el periódico de los Prado en el verano de 1952. Renunció para culminar su secundaria en el Colegio Nacional de Piura, pero sus labores escolares las combinó laborando en el diario La Industria, de abril a diciembre. Y su estancia en la desaparecida "reliquía histórica" la cuenta Raúl Fernando Moscol León, página 06 y 07, en la tercera saga dedicada al Premio Nobel de Literatura 2010. Las dos primeras, se publicaron en el diario Correo, el 9 y 11 de octubre, pero se pueden leer también en el blog signado con  el siguiente código. http://rafemole-literaturapiurana.blogspot.com/ (b/n)
La página nueve incluye comentarios sobre la obra ya publicada de Miguel Cortés Seminario: Crónicas de la Nueva Era. También se da a conocer la pronta edición de un nuevo libro del doctor Manuel Eduardo Cevallos. Versará sobre elderecho a la privacidad a que la tenemos todos en el ciberespacio. Finalmente se anuncia que RAFEMOLE está preparando un libro sobre su permamencia en Piura y en San Miguel de Mario Vargas Llosa. Se llamará Nobel Sanmiguelino. (b/n)

La página central está dedicada a los nueve exlumnos distinguidos en la segunda edición de la Noche de Sanmiguelinidad que programó para el 23 de setiembre, la Asociación de exalumnos Sanmiguelinos que preside el doctor Ridan Martínez Oballe. Recibieron el botón Sanmiguelino: Juan Paz, Guillermo Barreto Franco, Pedro Pablo Velásquez, Miguel Guevara Trelles, Pedro Talledo Lavalle, Leonidas Ordinola, Teódulo Humberto Correa, Javier Celi Vegas, Luis Chaparro y Carlos Cruz.
San Miguel cumplió 175 años de vida institucional el 29 de setiembre. La ceremonia central se efectuó en el Teatro Municipal y, entre otros, fueron distinguidos Raúl García Jara, Guido Chávez, Jorge Arteaga Salazar, Presidente de la Derrama Magisterial y el profesor Roberto Torres. Los festejos los presidió la guapa alumna promocional Karen Castro.Ademàs, la página 12, contiene fotografías de la distintas promociones que desfilaron en la Plaza de Armas. (b/n)
La página 13 de ABC recuerda los festejos por los 65 años de la Sección Nocturna del Colegio Nacional San Miguel. Se rindió homenaje a su creador, Julio Salazar Manrique. Todos sus hijos estuvieron presentes, primero en la velada habida en el Patio de Honor del Alma Mater de Piura y luego en el Salón de Actos de la comuna piurana. Aquí se estrenó el vals Suenan las campañas, escrito por Roberto Salazar en honor del fumdador de lo que hoy es un CEBA y que lo cantaron Los Hermanos Salazar Ruiz: Robert, Giomar y Nancy. (colores).

En la página 14, revelamos que el padre del actual Ministro de Educación, José Antonio Chang Escobedo, estudió en el Colegio Nacional San Miguel. Promoción 1948, Eugenio Chang Cruz, después pasó a la Uniuversidad Nacional de Trujillo. Aprista, convicto y confeso, llegó a ser diputado y senador de la república. También damos cuenta de la elección de nuestro director, Raúl F. Moscol León, como nuevo decano del Colegio de Periodistas de Piura. (b/n) 
Pedro Pablo Velásquez y Juan Paz Velásquez fueron dos de los diez distinguidos en la Noche de la Sanmiguelinidad que promovió la Asociación de exalumnos Sanmiguelinos. Para comocer más de ellos, por favor lea la página 15. (b/n)
Javier Celi  Vegas es no solo un inquieto periodista deportivo, sino también líder de los pensionistas del sector agrario de Piura. Gracias a su empeño y a la labor conjunta de sus asociados ha conseguido una serie de mejoras, inéditas en el país. Él comparte la página 16 con José Chávez, un gran valor de los seleccionados del Colegio San Miguel, entre 1965 y 1966.
La página 17 de ABC está dedicada al destacado abogado piurano Guillermo Barreto Franco. Pero en esta edición no hablamos de leyes, ni de juicios, sino que damos a conocer una faceta casi desconocida del jurisconsulto piurano, promoción 1960 de San Miguel: su amor por el fútbol. Defendió los colores sanmiguelinos y la camiseta del Huracán, equipo de primera división de la Liga de Fútbol de Piura. Jugaba de defensa.
Las muertes de los sanmiguelinos Carlos Augusto Llontop Valdiviezo y Ricardo Arturo de la Cruz Haro, al parecer, van camino a la impunidad. La justicia piurana no acelera su marcha y el probable asesino de Carlos se pasea libremente por calles y plazas. No ha sido identificado, pero sí se sabe quien causó la muerte de Ricardo Arturo, cuyo presunto homicida también "goza" de la ansiada libertad. Por qué?.

La sección nocturna del Colegio Nacional Miguel fue fundada hace 65 años y los alumnos que egresan del Alma Mater de Piura este año, han tenido a bien llamar a su promoción Julio Salazar Manrique, gestor del primer colegio secundario nocturno del departamento. Página 20. (colores)


viernes, 8 de octubre de 2010

FERNANDO CRESPO MANRIQUE, 1973

En 1973, Promoción Javier Heraud, egresó del querido y leal San Miguel, Fernando Crespo Manrique, destacado empresario de Piura. Es distribuidor de libros y posee un neogocio de fotocopiado.

MIGUEL TRELLES MORANTE, 1973

Miguel Trelles Morante egresó de San Miguel en 1973, Promoción Javier Heraud. Es ingeniero industrial. Ha sido miembro de la Asamblea Regional y actual regidor del Concejo Distrital de Castilla. Se desempeña como Secretario Técnico de la Municipalidad Provincial de Morropón-Chulucanas.